Entre el 21 y el 24 de junio, el hemisferio sur marca el solsticio de invierno, un momento de transición con la noche más larga y el día más corto del año. A partir de este momento, los días comienzan a alargarse, un hecho que no pasa desapercibido para una de las comunidades indígenas más importantes de Chile: el pueblo mapuche. El solsticio de invierno coincide con la celebración del We Tripantu, en la que comunidades a lo largo de todo Chile dan la bienvenida al nacimiento de un nuevo sol y al inicio de un nuevo ciclo natural.
Exploremos qué es el We Tripantu, cómo se celebra y dónde puedes vivir esta tradición.
Para el pueblo mapuche, el We Tripantu (a veces escrito Wüñol Tripantu o Wiñol Tripantu) es una especie de celebración de Año Nuevo. La llegada del día más corto y la noche más larga simboliza el comienzo de un nuevo ciclo natural. La naturaleza comienza a cambiar: brotes nuevos aparecen en árboles y plantas, las aves se vuelven más activas y los animales mudan o cambian su pelaje.
Según la cosmovisión mapuche, el nuevo sol nace en invierno y crece durante la primavera, alcanzando su esplendor en pleno verano y se debilita nuevamente en otoño. Por eso el solsticio de invierno tiene una gran importancia, ya que representa el renacimiento del sol.
Durante el We Tripantu, las familias y comunidades se reúnen alrededor de un fogón o estufa esa noche para comer, beber y contar historias tradicionales.La música folclórica acompaña la velada con instrumentos mapuches como la trutruka (una trompeta larga de bambú), la pifilca (una flauta de madera) y el kultrún (un tambor ceremonial).
Una de las tradiciones del We Tripantu ocurre al amanecer, cuando los participantes se dirigen a ríos o esteros cercanos para bañarse en sus aguas heladas. “Es una forma de dejar atrás la energía vieja y recibir nueva”, explica Pablo Coñuequir, miembro de la comunidad mapuche Camilo Coñuequir Lloftunekul. “Lo hacemos a las seis de la mañana, cuando todavía está medio oscuro”.
Pablo: “Otra parte importante del We Tripantu son las rogativas, un tipo de oración realizada en mapudungun, la lengua originaria del pueblo mapuche. Agradecemos a la Madre Tierra por todo lo bueno que ocurrió durante el año pasado y pedimos que lo negativo se transforme. No adoramos a un dios. En la creencia mapuche no existe un dios, sino que honramos la energía que vive en la Tierra, en la forma de los recursos naturales. Por eso nosotros, como mapuche, siempre protegemos la naturaleza y nos oponemos a cualquier intento de intervenirla, porque creemos que esa energía está presente en la naturaleza misma”.
“También construimos un espacio ceremonial llamado rehue, que debe estar rodeado por plantas significativas como el canelo, el laurel y la quila (bambú chileno)”, concluye Pablo.
La comida es parte fundamental de toda celebración, y durante el We Tripantu no es la excepción. Pablo explica: “Cada uno trae algo para compartir y comemos todos juntos”.
Cada región aporta sus propios sabores a la fiesta, según los ingredientes que se cultivan localmente. Se asan carnes como cordero, cerdo, pollo, vacuno e incluso caballo al fuego. También es costumbre compartir alimentos con la naturaleza y la tierra, colocando ofrendas directamente sobre el suelo.
Se preparan y comparten platos tradicionales mapuches como:
“La comida también juega un rol importante en las ceremonias y rituales”, añade Pablo. “Representa el fruto de nuestros esfuerzos y sacrificios del año que pasó”.
Durante el 24 de junio, tanto niños como adultos participan en juegos y bailes. Los niños pequeños juegan awar kuden, un juego de apuestas con porotos (frijoles) de colores. Los mayores juegan palín, un juego similar al hockey en el que dos equipos de entre cinco y quince jugadores usan palos curvos para golpear una pelota de cuero.
Todos los miembros de la comunidad se suman a danzas tradicionales mapuches como el choique y el purrún. “El purrún se baila en el mismo lugar donde ocurrieron las ceremonias ese mismo día”, explica Pablo. “Los juegos y competencias varían de una comunidad a otra; no ocurren en todas partes”.
Si estás recorriendo Chile a toda prisa, es posible que te pierdas el encuentro con algunas de las comunidades indígenas del país, que a menudo pasan desapercibidas entre los rascacielos de Santiago.
Sin embargo, el We Tripantu se ha vuelto cada vez más conocido y celebrado, y tanto chilenos como visitantes aprovechan esta ocasión como una excusa perfecta para aprender más sobre la cultura mapuche. La mayoría de las celebraciones se realizan en la zona sur, especialmente en la Región de La Araucanía y la Región de Los Lagos, donde históricamente se ha concentrado la población mapuche. No obstante, también es posible encontrar actividades en Santiago y en otras regiones del país.
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